La central japonesa de Fukushima ha alcanzado el nivel 6 de alerta nuclear, el segundo más grave de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos, según el presidente de la autoridad nuclear francesa, André-Claude Lacoste.

El nivel 7: el más alto en la escala de medición de los sucesos nucleares (accidentes graves), corresponde a la liberación al exterior de materiales radiactivos con amplios efectos en la salud y el ambiente y requiere la aplicación prolongada de contramedidas. La central de Chernobyl en Ucrania, es el único caso, hasta el momento.

El nivel 6: (accidente importante) corresponde a la liberación, considerable, al exterior de materiales radiactivos y probablemente requerirá la aplicación de contramedidas. La central de Mayak, situada en los Montes Urales en las proximidades de Kyshtym (antigua URSS) sufrió un accidente de este nivel en 1957.

El nivel 5: (accidente con consecuencias de mayor alcance) se establece cuando se produce una liberación limitada de materiales radiactivos o se registran varias muertes por radiación. También si el reactor sufre daños graves o si produce una liberación de grandes cantidades de materiales radiactivos dentro de la instalación. Suele requerir la aplicación de contramedidas.

El nivel 4: (accidente con consecuencias de alcance local) es cuando hay una liberación menor de materiales radiactivos. El nivel 4 conlleva al menos una muerte por radiación, se produce una fusión de combustible o se liberan radiación dentro de la instalación. No suelen ser necesarias las contramedidas, salvo los controles locales de alimentos.

El nivel 3: (incidente importante) se refiere a los casos en los que la exposición a la radiación es diez veces superior al límite establecido para los trabajadores y en los que hay efectos en la salud pero no mortales (quemaduras). También incluye la contaminación en zonas no previstas en el diseño de la central.

El nivel 2: (incidente) corresponde a la exposición de una persona a dosis por encima de 10 mSv (milisiever), que es el límite anual que prevé la Comunidad Europea de la Energía Atómica a la exposición de un trabajador por encima de los límites reglamentarios. También son de nivel 2 los sucesos en los que se registra una contaminación importante en zona no prevista de la instalación.

El nivel 1: (anomalía) contempla la sobreexposición de una persona por encima de los límites anuales reglamentarios, problemas menores en componentes de seguridad y la pérdida o robo de fuentes radiactivas.