San Juan.- A veces una solución precaria evita problemas, pero cuando esa solución termina trayendo problemas, de poco sirve. En una escuela de Marquesado, en Rivadavia, le hicieron agujeros al techo (sí, con un taladro) para que el agua cuando llueve drene por esos lugares y no haga colapsar la estructura. El drama lo viven los chicos, que deben tener clases amontonados en las aulas ‘sanas’ o bien bajo los árboles.

Se trata de la Escuela Pedro Fonseca que comparte edificio con el nivel secundario de la Nicolás Echezarreta. Según dijeron las autoridades y los padres de los alumnos,  el edificio está inhabitable en un 60% de su superficie.

Docentes y niños, a la espera que aparezca la solución, deben dictar clases agrupados en algunos grados, donde por ejemplo en un aula de 25 chicos ahora hay 50 o más; en tanto que para el secundario la solución es la reducción de la jornada: la mitad de la escuela asiste a clases los primeros módulos y la otra mitad las horas que quedan, precisaron. 

Fuente: Radio Sarmiento y Con Tiza y Pizarrón