La idea, que se dio apenas se supo de la llegada de Lionel Messi con la Selección argentina de fútbol para jugar un partido amistoso en el estadio del Bicentenario frente a su similar de Honduras, nació en una charla de café. “Quedate tranquilo, nosotros conocemos muy bien a Messi. Y él nos conoce a nosotros. Hemos pasado muy buenos momentos juntos en el Barcelona de España y, apenas nos vea, nos va a reconocer…”, dijo David hace un mes atrás.
Y tenía razón, porque ayer sólo bastó un par de miradas cómplices para que el ídolo del fútbol argentino se corriera para saludarlos en la convulsionada sala del subsuelo del hotel.
Claro, antes David y José Luis tuvieron que bancarse un par de horas de espera. El “Negro” llegó primero y se sentó en la confitería de al lado del hotel a tomarse un café con medialunas. Más tarde lo hizo David. Ambos elegantemente vestidos y reconociendo el frío de la jornada.
Después de esas dos horas en cuestión, David estuvo a punto de ‘tirar los guantes’, como se dice porque la mano no venía bien. “Va a ser difícil. La seguridad de estos planteles es al máximo. No sé si nos podamos juntar con el Leo”. Entre tanto, José Luis buscó hablar con el mismísimo presidente del Barcelona para que le avisen a Leo Messi que ellos querían juntarse con él. Al menos, saludarlo. Las gestiones seguían en proceso, pero…
Y justo, cuando ya todo parecía imposible, los hermanos entraron al lugar y se dio en reencuentro.
