Pesa alrededor de 50 kilos y mide unos 2 metros de largo. Es una serpiente pitón y está tan acostumbrada a las personas que hasta se acomoda en los hombros sin problema. Y, aunque sorprenda, es una de las más chicas de la muestra Expo Planeta Animal. Pero no es el único ejemplar que llama la atención en la exposición. También hay arañas del tamaño de un plato, caimanes de hasta 4 metros y otras 200 especies tropicales exóticas. En total, suman 300 los animales que están a la espera de los visitantes y que, por ahora, están guardados en sus jaulas en un local de paseo del hiper Libertad. Están ahí porque todavía no los han autorizado a abrir por las medidas sanitarias contra la gripe A, aunque esperan hacerlo el próximo viernes si los habilitan.

"No hace nada porque está acostumbrada al olor humano", dice uno de los cuidadores con cariño mientras acaricia la serpiente. De piel suave, seca y brillante, la musculosa pitón no es venenosa pero come animales vivos de dimensiones considerables. Su técnica es enroscarlos hasta estrangularlos. Así come "hasta tres pollos por día y puede medir entre 1 y 8 metros de largo y pesar hasta 180 kilos", explica el dueño de la muestra, Luis Kloner. El animal es uno de los tantos que pasan de brazo en brazo con cada visitante que se anima a tocarlo. Pero esta práctica sólo se hace con la supervisión de los cuidadores.

Los caimanes son incluso más amenazadores. Un encargado sostiene uno de los más chicos y explica que no hay que tocarles la cabeza porque estos sí pueden morder. "Hay que acariciarles sólo el cuerpo. Pueden medir más de 3 metros de largo y comen peces", dice el encargado tomando sus ásperas extremidades. Tiene la piel escamosa y fría, muy similar a la de una tortuga. A los pocos minutos, se acerca otro cuidador con una caja de acrílico de unos 30 centímetros. Adentro está otra de las atracciones de la muestra. Se trata de una araña: una tarántula que, cuando la sacaron de su cofre, abarcó toda la palma de la mano del hombre. "Come insectos, como grillos y cucarachas, pero también es carnívora. Las más grandes pueden comer lauchas. Pero no pican ni muerden a las personas", afirma el cuidador.

Estos animales tropicales necesitan estar en un lugar ambientado. Por eso la muestra se hace en cinco domos inflables gigantes (1.500 metros cubiertos), que mantienen una temperatura de unos 28 grados y que están ubicados en la playa del hipermercado. Allí, los visitantes (por $15 y gratis para discapacitados) podrán tocarlos, fotografiarlos y filmarlos mientras hacen un recorrido guiado. Claro, cuando la gripe porcina baje la guardia y se inaugure la muestra.