“Vale la pena tanta espera”, dijo Romina Zapata, de Rawson, mientras que Claudio Lucero, de Calingasta, aseguró que por más que pasen más de media hora en la fila para ingresar ni él ni su familia se molestaron. Al igual que ellos, mucha gente que hizo largas filas para poder disfrutar del espectáculo final dijo que llega con mucha paciencia.

Con mate, gaseosas y escuchando las radios que transmitieron en vivo desde el cerro, la gente disfrutó del ingreso como si fuera parte de la fiesta. “Traemos 4 termos con agua caliente para el mate y más de uno lo vaciamos mientras estamos en el auto”, dijo Margarita Villar, que junto a sus hijos hizo fila desde las 17 y recién pudo pasar el portón de ingreso a los 40 minutos. Pero a pesar de que varias personas esperaron mucho tiempo, otros entraron apenas abrieron el portón. Según los datos de la Policía, hubo personas que desde las 14 estuvieron en el Jardín de los Poetas esperando que les dieran el ok para poder atravesar el ingreso. Los efectivos aseguraron que esta vez el acceso fue tranquilo y rápido para la cantidad de personas que hubo.