Comprar electrodomésticos y pagarlos durante cuatro años y dos meses, con una cuota fija en pesos y sin interés, es la campaña que más interés a despertado, sobre todo en un contexto inflacionario.

La movida ha sido impulsada por las grandes cadenas de electrodomésticos, en sociedad con los bancos con los que operan, Santander Río, BBVA Francés, Galicia e Hipotecario, según reveló una investigación de Iprofesional.com. Ambas partes comparten los costos de publicidad, mientras que el costo financiero corre mayoritariamente por cuenta de los bancos. Las promociones no le dejan al banco una ganancia financiera inmediata, sino que le sirven para fidelizar clientes que estaban por dejar la tarjeta o captar nuevos.

Es que si bien el costo financiero para la gente es igual a cero, finalmente el comprador termina pagando un cargo administrativo. El caso típico es el pago de $15 mensuales por gastos de envío de resumen, a lo que hay que adicionar $300 en cada renovación de la tarjeta, cada año. Además, al momento de la compra se le cobra al consumidor un seguro de vida equivalente a un promedio del 4%. Es decir, al cabo del primer año de haber comprado, por ejemplo, un combo de LCD más reproductor de DVD por $ 7.000, el consumidor ya erogó en gastos administrativos el equivalente al 10% del costo. Esta situación se prolonga durante todo el período de las 50 cuotas.

En ese marco, el incentivo para el banco pasa a ser la ganancia por comisiones que le genera el uso masivo de las tarjetas. Y, a la hora de medir el éxito de la promoción, el dato clave es la cantidad de compras que se realizaron mediante la concesión de nuevas tarjetas. El gerente de Marketing de un banco que está participando en este negocio con financiaciones de hasta 24 cuotas dijo que las ventas de un fin de semana con promoción puede triplicar a las de uno normal.