A diferencia del año pasado, el clima acompañó y el Sol le puso calor a una jornada donde la alegría se vivió en cada rincón del camping del Sindicato Empleado Comercio, en Rawson. Es que, más de 2.000 chicos participaron de la tradicional estudiantina que organizó la escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento, y que esta vez tuvo un toque distintivo. Hubo una pista de paintball en la que los chicos jugaron a la guerra de colores. Así, los estudiantes tuvieron festejo por anticipado.

Lejos de los cuadernos, libros y lecciones, el mate fue lo elegido para empezar la mañana. Tirados en el pasto, o sentados en sillas y mesas, los chicos entraron en calor. Algunos jugaron al vóley y no faltaron los que se animaron a hacer picaditos de fútbol. Sin embargo, la estrella de la jornada fue las guerras de colores. Por eso, hubo largas filas de alumnos que esperaron su turno para vestirse con camperas camufladas, ponerse los cascos y disparar bolitas de pintura a sus compañeros de curso. Los que más se prendieron en esta actividad fueron los alumnos de los primeros años. Sin embargo, hubo algunos más grandes que también quisieron jugar.

En la previa del almuerzo fue cuando más gente ingresó. Por eso, el humo en los parrilleros comenzó a darle aroma al festejo. Es que además de los tradicionales choris, la mayoría de los grupitos optó por hamburguesas a la parrilla. ’Son muy ricas, rápidas y baratas’, dijo Fernando Bustos, uno de los chicos que se encargó de la cocción de la comida. Sin embrago, no faltaron los que juntaron un poco más de dinero y se pusieron frente a la parrilla para hacer asados. ’No puede haber festejo sin asado’, dijo Rodrigo Gallastegui, quien junto a Leandro Kokot asó más de 8 kilos de carne.

Después del almuerzo tocaron varias bandas de rock, que hicieron que de a poco los chicos se acercaran hasta la zona del escenario y hasta se animaron a bailar. El festejo duró hasta pasada las 22 y fue bastante tranquilo porque hubo muchos controles para que no consumieran bebidas alcohólicas.