Iban todos preocupados: el Servicio Meteorológico Nacional había anunciado que llovería en la cordillera durante casi todos los días que estarán allí. Pero el cielo sobre la montaña les levantó el ánimo: los 117 expedicionarios vivieron a pleno sol su primera jornada de la novena edición del Cruce Sanmartiniano, a lomo de mula por las huellas sanjuaninas que siguieron San Martín y sus tropas.
El grupo, del que participan un cronista y un fotógrafo de DIARIO DE CUYO, hizo un descenso por la última ladera previa al campamento de Las Frías y arribó hasta ese llano ayer a las 18.30, agradeciendo que el clima hubiera estado, al menos en este comienzo, totalmente de su lado. Es que todos saben de las dificultades que debieron atravesar quienes formaron parte de las ediciones en que llovió o, peor aún, hubo tormenta de nieve.
El grupo, que como todos los años es encabezado por el gobernador José Luis Gioja, había llegado hasta Barreal la tarde-noche del viernes. Allí hicieron noche en las instalaciones de Gendarmería Nacional (a cargo de buena parte de la logística del Cruce), luego de haber tenido una cena en la que los cantos y los chistes cruzaron de mesa a mesa. Y ayer temprano protagonizaron un acto, en el que se izó la bandera en el patio de ceremonias de la Fuerza.
Apenas pasadas las 9 de la mañana iniciaron la marcha a bordo de varias 4×4 hasta la Estancia Manantiales, donde los esperaban las mulas y caballos que los transportarán hasta el jueves próximo, cuando culmine la travesía. Luego del mediodía, todos montaron y salieron rumbo a la cordillera, con el pronóstico del mal tiempo como tema infaltable de conversación.
Hasta anoche, según informaron desde la delegación barrealina de Gendarmería, ningún integrante del contingente había sufrido un accidente ni un problema de salud, pese a la dureza del hábitat cordillerano.
Para hoy está previsto retomar la cabalgata bien temprano para llegar hasta el refugio de Sardina. A la preocupación que los expedicionarios tienen para que se mantenga el cielo despejado, se agrega que el tramo de hoy será uno de los más duros del viaje, ya que la columna deberá ascender y descender las pronunciadas y filosas aristas del cerro conocido como El Espinacito.
Para las próximas jornadas (ver infografía), la travesía incluye el ya tradicional acto en el límite internacional con Chile, donde se entona el Himno Nacional de cada país y se hace un intercambio de banderas; y el regreso por otra zona de alta dificultad para cabalgar, conocido como La Honda.
