�El científico argentino Carlos Kozameh, investigador principal del Conicet y colaborador en el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales, graficó el hallazgo de los científicos norteamericanos con un ejemplo. ‘Si tengo aire y explota una bomba -expuso-, la onda expansiva hará que en el aire se vean zonas de mayor y menor presión. Una onda gravitacional sería equivalente a la onda de presión: lo que se observó es que la materia que se puede ver con la radiación cósmica de fondo tiene zonas de mayor y menor temperatura‘.
La radiación cósmica de fondo ‘se puede detectar con determinados aparatos‘, precisó Kozameh y agregó: ‘al recibir esas radiaciones le estamos sacando una foto al Universo cuando tenía unos 500.000 años, es decir, a cómo era la materia en ese momento, donde no había aún estrellas ni planetas sino sólo átomos’. Consideró que el hallazgo merece un Premio Nobel
