Federico Cantoni compró los derechos de campo de la estancia Guañizuil en 1916. Así lo relata en su libro “Confesiones, relatos y algo más sobre mi padre Federico Cantoni, hacedor del siglo XX” su hija Ursulina Cantoni. Allí detalla que fue necesario acarrear numerosas carradas de ripio y piedra para rellenar amplios bajos donde se hacían grandes lagunas con totorales, porque en esas “tierras feraces” habían reveniciones. Allí, el médico Federico Cantoni (fundador del Partido Bloquista) construyó una amplia casona de adobes, con aljibe y corrales. Allí atendía a sus pacientes. Allí puso jardines con flores exóticas, una alameda en forma de avenida hasta la casa. Allí crió nutrias, zorros plateados y hasta 1.000 ovejas karacules o 700 cerdos de pedigrí. Según Ursulina, cuando Federico fue designado embajador de Rusia, la finca fue vendida por su hermano Elio, sin consultarle.
