Colas de 50 metros de largo, como mínimo, y en forma constante. Niños llorando a la espera de que les toque el turno. Y padres más impacientes y entusiasmados que los chicos. Esta es la postal que se repite en forma permanente frente a la fotocabina que se convirtió en una de las vedettes en el Predio Ferial. Y no es para menos. Allí, por 8 pesos y en tan sólo 40 segundos, la gente puede sacarse 4 fotos y en diferentes poses, igual que en las cabinas de las películas. La entrega de las mismas es inmediata, gracias al sistema digital que se emplea. Pero eso no es todo: En el interior de la cabina hay una webcam y un monitor para que, quien va a fotografiarse, pueda ver su imagen y probar diferentes gestos y poses para salir en la foto. Esta fotocabina se encuentra dentro del stand de juegos, donde los chicos pueden disfrutar de la waterball, sobre calle Pedro Echagüe, casi frente al escenario menor.