Nada más ni nada menos que 75 años son los que cumple la Biblioteca Popular Camilo Rojo. La entidad que nació mientras San Juan se recuperaba del terremoto del '44 y que fue creada por un grupo de vecinos perteneciente a la Sociedad Argentina de Socorro Mutuo que pretendía promover la "culturalización de la sociedad".

La comitiva que se reunió un 12 de noviembre de 1944 estaba encabezada por la reconocida profesora Carmen Peñaloza de Varese, uno de los emblemas de la educación sanjuanina y que en su honor, un instituto de enseñanza superior lleva su nombre.

Obra de Sarmiento.
 

En el libro donde aún permanece el acta fundacional se puede leer que Peñaloza de Varese fue quien propuso el nombre del exgobernador Camilo Rojo por ser una figura propulsora "de la educación y continuador de la obra de Domingo Faustino Sarmiento.

La institución que está ubicada en calle Santa Fe y Jujuy, en Capital, comenzó con 5.000 ejemplares. Algunos fueron recolectados de diferentes casas que sufrieron el cimbronazo del terremoto. La historia del nacimiento de la biblioteca revela que los carteros se ofrecían para recoger los libros de las viviendas que se derrumbaron por el terremoto y los llevaban como donativos a la institución.

César Guerrero, autor del libro sobre Camilo Rojo.
 

Entre sus tesoros literarios aún perdura la colección completa de la primera edición de la obra de Sarmiento y es cuidada con gran dedicación. Pero año a año se han ido renovando para cumplir con la demanda de los socios y de los alumnos de las escuelas aledañas. Actualmente, cuenta con 23.000 libros que están a disposición de la sociedad.


 

La institución que ha funcionado ininterrumpidamente por 75 años tuvo autoridades destacadas como Beatriz Marún (madre e hija) y Guillermo Collado Madcur , entre otros. Además, en sus actas se refleja la ínfima cuota de 30 centavos que debían pagar los socios y el continuo enriquecimiento con el dictado de talleres y cursos en dichas instalaciones.

No sólo son 75 años vida, son los aportes culturales que ha dado la biblioteca que es un oasis de tranquilidad en la vorágine urbana.