Esta ley, que data de 1958, dispuso la creación de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD) para explotar el yacimiento Farallón Negro-Alto de la Blenda, en Catamarca. Para su explotación, YMAD creó el complejo minero La Alumbrera para la extracción de cobre. Las utilidades de este ente minero tripartito gestionado por el Estado provincial, la Universidad Nacional de Tucumán (descubridora del yacimiento) y el Estado nacional se destinaron fundamentalmente a la provincia de Catamarca (60 por ciento) y a la construcción de la ciudad universitaria de Tucumán (40 por ciento). La ley establece que la mitad de las regalías pueden, en determinadas condiciones, ser distribuidas entre las demás universidades del Estado (artículo 18 C). Como las condiciones se dieron y la construcción de la ciudad universitaria en Tucumán se realizó, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) exigió la asignación de los fondos correspondientes al sistema universitario. Se trata de 50 millones de pesos para ser distribuidos en diferentes universidades del país. Además de la UNSJ, la Universidad de Buenos Aires (UBA), Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR), la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), son algunas de las casas de altos estudios que aceptaron este dinero.