Ismael tenía los pies descalzos y llenos de una costra que antes fue barro, pero eso era lo que menos le preocupaba ayer a Fabiana Escudero, su madre. Y es que su casa en el loteo Las Chacritas, 9 de Julio, estaba inhabitable y no sabía dónde ir. En medio de la tormenta de lluvia y viento, Fabiana llamó desesperada a la Policía porque su rancho se le venía abajo y los niños lloraban aterrorizados. Cuando llegaron los policías, se dieron cuenta de que el caso de Fabiana no era el único en ese asentamiento de casa precarias, por lo que empezaron a llevar familias a la comisaría, para luego trasladarlas al Polideportivo Municipal. Allí, unas 40 personas fueron evacuadas, mientras que en todo 9 de Julio hubo unas 300 viviendas afectadas en mayor o menor medida, según el intendente Walberto Allende. Un panorama igual de desolador se vivía en la villa Cristo Pobre, en Rawson, donde fueron evacuadas casi 60 personas, mientras que había unas 58 viviendas dañadas, 13 de ellas ya inhabitables. Esos dos sectores fueron los más afectados por el temporal de la medianoche del jueves, aunque la lluvia en realidad parece ensañada ya que en tres días azotó dos veces a la provincia: el lunes pasado dejó 120 evacuados en Albardón y casi la totalidad de la zona cultivada devastada por el granizo.

La lluvia torrencial de anteanoche atacó también a San Martín, Pocito, Capital, Zonda, Albardón e Iglesia, aunque con menor gravedad en los daños.

El pequeño salón del Polideportivo de 9 de Julio estaba lleno de colchones, con niños que hacían volteretas sobre ellos, ajenos a la desgracia. Flavia Flores, madre de 6 niños, estaba sentada con la mirada perdida. "Hubo un momento en que el agua me llegaba arriba de los tobillos, dentro de mi casa. Se me mojó todo y me dijeron que ya no es seguro vivir ahí.Y no sé dónde ir", contó la mujer.

A unas cinco cuadras del Polideportivo, el panorama en el loteo Las Chacritas era desolador. A los ranchos se le veían las cañas peladas y había lagunas por todos lados, como en la casa de Diego Malla, quien sacaba la ropa con agua y barro, y se lamentaba porque se mojó hasta la poca mercadería que tenía, por lo que los niños andaban almorzando unos bollos de pan, de parados.

En villa Cristo Pobre, la capilla era el centro de acción. Allí repartían colchones y mercadería y estaban evacuadas unas 11 familias. Una era la de Ivana Rodríguez, cuyo rancho quedó tan mojado, que se ladeó al punto de que uno de los palos del techo impedía abrir la puerta. "Me quedé sin nada de lo poco que tenía", resumió lacónicamente.

Según Daniel Tripolone, de Emergencia Social del Ministerio de Desarrollo Humano, tuvieron que asistir (además de los habitantes de 9 de Julio y Rawson) en casos aislados por problemas de viviendas en Pocito, Zonda, Ullum y San Martín. Precisamente, en este último departamento además hubo caída de postes de luz y árboles y aparentemente un rayo que cayó sobre un árbol provocó un incendio en una finca.

En tanto, en Bella Vista, Iglesia, el puente en la ruta de acceso volvió a colapsar, tal como pasó el lunes, mientras que las crecientes cortaron tramos de las rutas 150 y 418, que se liberaron ayer. Por otro lado, al cierre de esta edición se esperaban lluvias, mientras que el SMN pronostica tormentas aisladas hasta el lunes.