¿Queda alguna satisfacción tras haberse pegado a la ropa, haber transpirado a mares, haber tardado horas en caminar una cuadra, haber hecho esfuerzos sobrehumanos para respirar? Sí: ser sobrevivientes de un récord histórico. Ayer a las 18 horas, cuando parecía que San Juan se venía abajo por el calor insoportable y la quietud del aire, el Servicio Meteorológico Nacional registraba una temperatura ambiente de 43,8 grados centígrados. Y fue el climatólogo Germán Poblete quien completó el dato: con esa medición, este mes se convirtió en el noviembre más caliente del último medio siglo.
Los registros que tiene Poblete abarcan desde 1960 hasta la actualidad. Según el especialista, que el termómetro supere la marca de los 40, tanto en octubre como en noviembre, era toda una anomalía. Pero parece que tiende a convertirse en normalidad en el futuro. Para noviembre, su archivo dispara sólo cuatro oportunidades en que la temperatura pasó de 40 grados. En 1975 hubo 41 grados; en 1991 se registró 42,9; en 2005 llegó a 41. Y el calor de ayer superó todos esos antecedentes.
Poblete dijo que esa anomalía climática de noviembre tiene su explicación en la confluencia de tres factores: ingresó una masa tropical húmeda, hubo una radiación solar demasiado intensa por la falta de nubes, y se dio lo que él llama un "calor termodinámico", que es el provocado por el descenso de las masas de aire hacia la superficie.
El mes pasado había sucedido algo similar, cuando una jornada de 41 grados se convirtió también en récord en al menos el último siglo: era la primera vez que en ese mes el calor superaba la barrera de los 40.
El calor histórico de ayer se hizo notar a lo largo de todo el día. La fuente de la plaza 25 de Mayo, postal obligada para jornadas calurosas, no daba abasto con gente y animales refrescándose. Los perros callejeros del centro parecían haberse puesto de acuerdo en acostarse todos patas arriba, con la lengua afuera. Y en las heladerías céntricas no cabía un alfiler.
De hecho, el día prometía dureza desde temprano. A las 7 de la mañana no sólo hacía más de 20 grados de temperatura, sino que además el SMN marcaba a esa hora una humedad ambiental del 75 por ciento, algo totalmente atípico tanto para San Juan como para ese momento del día, cuando el promedio de humedad es apenas mayor a la mitad de lo registrado. El calor siguió creciendo a pasos agigantados y, a las 18, sobrevino el infierno. Tanto, que a las 21 horas la gente respiraba aliviada con los piadosos 36,6 de la noche.

