Cambiar la desgastada alfombra de la sala del Auditorio Juan Victoria es una promesa que ya cumplió casi cuatro años. El trabajo, además de ser costoso, involucraba un estudio riguroso de sus propiedades sonoras y características físicas, y, por un motivo u otro, el reemplazo se fue postergando. El primer avance se dio recién en mayo del año pasado, cuando comenzó el complejo análisis de la tela a cargo de profesionales de Buenos Aires. El segundo paso fue el desembolso del Gobierno de unos 125.000 pesos para todo el trabajo. Y ahora, con el estudio y la plata en mano, sólo queda la recta final del trabajo: la instalación de la alfombra, que está prevista para los primeros días de julio, según anticipó el director del auditorio, Alberto Bustelo.
Los pedazos de alfombra verde que cambiarán son los más gastados por el tránsito de la gente. Es decir, los que están en la antesala, los de las escaleras de la sala y los que están al pie del escenario. Los encargados de la instalación serán los mismos fabricantes de la tela, quienes son de Buenos Aires y en estos momentos se están encargando de colorearla para que quede del mismo tono que tiene la que no se cambiará (la de abajo de las butacas). La idea es tenerla colocada para el 14 de julio, ya que en esa fecha comienza la Cumbre de Presidentes y es posible que se use el auditorio. "Ya estoy reservando fechas para que la sala esté desocupada en los primeros días de julio para la instalación y para que nos de tiempo de ventilarla y se vaya el olor a pegamento", dijo Bustelo.
El primer paso para cumplir la promesa se dio hace un año, tras un convenio entre el Consejo Federal de Inversiones, que financió un estudio, y el Gobierno provincial. Se trató de un análisis que hicieron dos profesionales del Laboratorio de Acústica y Luminotecnia de la Comisión de Investigaciones Científicas del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Ellos hicieron una medición sonora de la sala, teniendo en cuenta la alfombra como elemento absorbente del sonido.
Esos registros se sumaron, luego, a los que dejó un estudio que se le hizo a un retazo de alfombra de 10 metros cuadrados que se sacó de un sector de poco tránsito y que se envió al laboratorio de Buenos Aires. Fue con todos esos datos que recién se pudo determinar cuáles debían ser las características específicas que debía tener la alfombra de reemplazo y encargar su fabricación.
Pero el de la alfombra no es el único trabajo que está encarando la nueva dirección del auditorio. Con la caja chica, comentó Bustelo, se ha logrado en este último mes una gran lavada de cara a este patrimonio cultural de la provincia. "Hemos arreglado el aire acondicionado, las calderas, los baños y las fuentes, estamos arreglando las butacas que estaban rotas, hemos colocado un film de protección en todos los vidrios para que no se astillen si se rompen, hemos recontratado personal de limpieza, hemos colocado 6 puertas antipánico para emergencias y arreglado 11 cerraduras", dijo.
Sin embargo, el director contó que aún le quedan muchas cosas pendientes, como la instalación de 6 cámaras de video para la seguridad, la reparación de pisos del foyer, la limpieza de las fuentes y la reestructuración de la parquización mediante un estudio de arquitectura especializado en paisajismo. "Luego de las tareas de arreglo y mantenimiento, será el turno del aspecto cultural", aseguró Bustelo.
