Hace cinco años, DIARIO DE CUYO acompañó a un joven con parálisis a recorrer tres edificios públicos en silla de ruedas. El recorrido fue desalentador y quedó en evidencia que circular en silla de ruedas en estos sitios era toda una odisea. El más problemático fue el Ministerio de Desarrollo Humano, que funcionaba por calle Rivadavia, frente a la Catedral. Fue imposible que el muchacho llegara a un baño ya que se encontraban en el entrepiso. A esto se sumó que los ascensores estaban rotos. Además, ninguno de los sanitarios estaba adaptado para discapacitados. Salud Pública, que funcionaba frente a la plaza 25 de Mayo, también causó problemas, ya que no tenía ningún tipo de rampas y había varias escaleras. La odisea también la vivió en el edificio 9 de Julio, donde hay una sola rampa en toda una cuadra. Pero tampoco tenía baños para discapacitados y las puertas eran muy angostas para que pudiera pasar una silla de ruedas.