�Dice textualmente: ‘Haz de nosotros instrumento de tu paz, donde haya odio, pongamos amor. Donde haya ofensas, pongamos perdón. Donde haya discordia, pongamos unión. Donde haya error, pongamos verdad. Donde haya duda, pongamos la fe. Donde haya angustia, pongamos esperanza. Donde haya tinieblas, pongamos luz. Donde haya tristeza, pongamos alegría‘. ‘Maestro, que no busquemos tanto ser consolados, como consolar. Ser comprendidos, como comprender. Ser amados, como amar. Porque dando, se recibe. Perdonando, se es perdonado. Muriendo se resucita a la vida eterna. Amén‘.