Una de las opiniones más requeridas fue la del juez del partido, Domingo Allegue, que en la soledad de su camarín explicó la situación desde su óptica: “A raíz de la invasión de los hinchas locales, el partido fue suspendido a los 15 minutos del segundo tiempo. Yo, en mi informe, detallaré todo lo que vi y lo que vieron todos los asistentes”, explicó. Pero claro, esa escueta explicación necesitaba de más datos y el árbitro habló: “Era un partido normal, tranquilo, se podría decir. En el campo de juego, todo estaba más que bien con apenas tres amarillas. Pero luego pasó lo que pasó y mi obligación es informar todo: la invasión que llegó hasta los camarines inclusive”.
