Ricardo López (foto) era vocal suplente de la Asociación de Arbitros de San Juan, de hockey sobre patines, pero el 23 de octubre de 2003 renunció al cargo ya con diferencias, a pesar que él mismo había sido uno de sus fundadores. Y el 21 de agosto de 2007, cuatro años después, decidió separarse del organismo. Paralalemente inició un nuevo proyecto a cargo de la Escuela de Arbitros, logrando obtener la personería jurídica para el actual Colegio de Arbitros.

Hoy por hoy, enfrentado con la cúpula de la Asociación, López es junto a Daniel Garveroglio (en la actualidad suspendido) el representante del Colegio en los partidos de primera división del hockey.

“Esto por ahí pienso que es una cuestión personal”, dijo ayer Ricardo López sobre la confrontación con sus pares. “Sólo digo que yo no quiero apoderarme de nada. Ni mucho menos de la conducción de la Asociación. Siempre busqué, con honestidad, el buen camino y lo mejor para el hockey sobre patines”, agregó.

Más adelante el Payo López recalcó que “jamás llevé algún problema ni a la Federación ni al CEC. Esto es un problema que debe terminar entre nosotros. Si mañana me mandan a dirigir con Alcaide u otro árbitro lo haré porque es mi vocación de servicio. Pero me gustaría que el propio Alcaide no pierda tiempo en mirar tanto a mi persona. Que se preocupe por los problemas en su entidad y que se ponga la camiseta del arbitraje como corresponde”.

Por último, López fue enfático al decir que “esto no va a terminar así. Tengo 56 años, la misma edad que otros árbitros, y me voy a ir del arbitraje cuando yo mismo lo considere”.