Vanesa Serrano y Marcelo Fernández son socios en varios aspectos. Pareja en la vida, también de baile y en un emprendimiento que hoy, 13 de septiembre, tiene fecha de celebración. Hacen calzados artesanales, especialmente para bailarines, y tienen clientes de todo el país. Por eso, mientras brindan y se dicen hoy mutuamente ‘feliz día’ será en el contexto del Día del Trabajador del Calzado en el país. “Que no es lo mismo que el composturero” aclaró Marcelo.

“Nosotros no hacemos un arreglo, creamos el zapato desde cero. Y todo artesanalmente. No sabemos que haya en la provincia alguien más que se dedique a hacer zapatos”, agregó.

El emprendimiento ya acumula 7 años y tienen compradores de todo el país. El origen (y la clientela) está en el baile. Vanesa y Marcelo se presentaban en certámenes a nivel nacional de baile de ritmos latinos y conformaron una pareja que llegaba a etapas de definiciones y que comenzó a conocer ‘el ambiente’. Así, un amigo de Buenos Aires que se radicó un tiempo en San Juan, le hizo y le regaló un par de zapatos para baile a Marcelo. La característica principal de este tipo de calzados es que son más flexibles que los corrientes. El sanjuanino observaba el trabajo del amigo y un día se animó a hacer su primer par, para regalárselo a su compañera.

 “Nunca pensé que iba a trabajar en esto. Pero la verdad es que me enganché muchísimo y no paramos nunca”, afirmó el hombre de 35 años.

Si bien por la pandemia la demanda bajó, Marcelo indicó que siguen teniendo encargos que llegan de varias provincias, a un promedio de 40 por mes en los últimos tiempos. La mayoría de los contactos son a sus publicaciones en las redes sociales de su emprendimiento, llamado ‘Magic shoes’ (zapatos mágicos en inglés). Como siempre, en el ranking de pedidos están al frente bailarines de ritmos latinos, aunque también han tenido de otros estilos, como tango, árabe y lo que llaman la nueva sensación, ‘heels’. “Es muy sensual, para chicas que usan zapatos con tacos de 10 centímetros”, remarcó la medida Vanesa.

A mano. Vanesa aseguró que hacen cada zapato totalmente de manera artesanal. 

“Aunque son bastante menos, también hemos tenido pedidos de personas que tienen pies muy grandes o muy chicos y les cuesta encontrar algo en particular en las zapaterías comunes. Como también novias, que querían un diseño muy particular para el casamiento”, repasó Vanesa. Ya confeccionaron una planilla para que el usuario informe las medidas de sus pies. “¿Las más importantes? Básicamente el largo de la planta desde el talón hasta el dedo más largo y el empeine”, indicó Marcelo.

Los insumos los adquieren en San Juan y en Buenos Aires. Aseguraron que por una cuestión de costos trabajan más con materiales sintéticos que con cuero. En promedio, un par de zapatos cuesta 4.000 pesos. “Yo hace rato que no me compro zapatillas, busco un diseño que me guste y trato de hacerlo igual. Pero para vender seguirán siendo prioridad los bailarines”, cerró Marcelo, siguiendo literalmente en este caso la frase ‘zapatero a tus zapatos’.

Siga el baile. Marcelo afirmó que la pandemia hizo que cayera la cantidad de pedidos, pero "los bailarines siguen bailando en sus casas", afirmó para decir que sigue teniendo trabajo.