Cuando tenía 20 estudio pastelería en la escuela de Borja Blazquez, pero después la vida la llevo a trabajar como administrativa en una empresa de transporte de caudales. Allí conoció a su actual marido y

hoy tiene tres hijos, Agustín de 11, Luisina de 8 e Isabella que cumplió 1 año.

"Con los chicos en edad escolar, necesitaba más tiempo, con mi esposo decidimos que dejaría de trabajar, el sigue en la misma empresa" contó a Sandra y por eso vio en el Capital Semilla una forma de tener su propio emprendimiento, usando lo que había estudiado.

"Lo armé y lo presenté, siempre consideré que trabajar es importantísimo para una mujer, además de las tareas de las casa, la independencia económica es importantísima, entonces esto me permitía estar más tranquila, manejar mis horarios" comentó la dueña de Dulcinea, como llamó a su pastelería artesanal, que tiene como especialidad las tortas infantiles, además tortas de cumpleaños, mesas dulces y tartas.

Sandra trabaja a la mañana cuando los chicos están en la escuela, y disfruta de involucrar a sus hijos en su producción. "Me encanta la decoración infantil, y en casa tengo jueces que son mis hijos, cuando

vuelven de la escuela les pregunto y al verles la carita sé si está bien o no. Me imagino la reacción del niño al que está destinada la torta", comenta esta mujer de 35 años que parece sentirse realizada

con su negocio.

Gracias al financiamiento que consiguió compró un horno regulado para panadería, balanza, batidora, utensilios de pastelería. "No llegué a comprar la heladera especial que necesitaba,por un problema de retraso en un pago, pero ya con el trabajo de este año ahorré y la tengo en vista" comentó la pastelera.

"Estoy super sorprendida por la respuesta, no creí que iba a tener tanto trabajo, porque crece y crece, a veces me siento hasta desbordada, me ha pasó tener que decir que no" dice Sandra que recibe sus pedidos a través de su página de Facebook y no hizo publicidad, sino que aprovechó la recomendación de boca en boca.