La imagen de la Virgen María sobresale entre los escombros. Tiene en brazos al niño Jesús y a sus pies hay gente implorando compasión. El vestido se confunde entre una nube de polvo y la ciudad devastada de la que sobresale la antigua Catedral en ruinas. Se trata de Nuestra Señora de Tulum. Este es el nombre que le dio el pueblo sanjuanino a la Virgen luego del terremoto de 1944. Hoy, por iniciativa del colegio secundario Monseñor Audino Rodríguez y Olmos, que depende de la Universidad Católica de Cuyo, se colocará su imagen en el Museo de la Memoria Urbana, para recordar que esta devoción surgió luego de la catástrofe.
Ni bien ocurrió el terremoto, que dejó a la ciudad reducida a escombros, comenzó a esparcirse el rumor de que el sismo había sido un castigo de Dios. Por esa razón, el entonces arzobispo de la provincia, monseñor Audino Rodríguez y Olmos, para minimizar las creencias populares de fatalidad, consagró el Valle de Tulum y su población al corazón de María. El sacerdote emitió una circular apostólica donde daba a conocer que toda la provincia quedaba bajo la protección de María Auxiliadora.
Cuatro años después, un 25 de mayo, la Iglesia decretó que a la imagen de María Auxiliadora le iban a colocar a sus pies al pueblo sanjuanino devastado por el terremoto y que se iba a llamar Nuestra Señora del Tulum, porque el sismo se sintió más fuerte en el Valle de Tulum. Así surgió esta advocación de la Virgen. Las advocaciones son distintas formas de nombrar a la Virgen. Esto es según el lugar donde se encuentra instalada la devoción o donde apareció la Virgen. El trámite se hace ante el Vaticano.
Cinco meses después de la decisión eclesiástica, se bendijo la primera imagen de Nuestra Señora del Tulum. Pero la historia no terminó allí. De ahí en más, un largo camino tuvo que recorrer esta advocación para tener su propia parroquia.
LA CASA DE LA VIRGEN
Fue un 22 de agosto de 1966 cuando Rodríguez y Olmos llevó una imagen de esta advocación a Villa Carolina. En ese momento había una capilla de chapa, con techo de caña y barro. Era un salón de 3 por 9 metros ubicado en la calle San Francisco del Monte y Patricias Sanjuanina. Fue asistida por el Colegio Don Bosco durante once años. Luego pasó a la Parroquia de Trinidad, y posteriormente a la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima, para concluir en la Parroquia de Trinidad.
Recién en 1974, la capilla se trasladó a calle Estados Unidos y López y Planes. Hubo que esperar hasta 1989 para que se nombrara viceparroquia y en 1990 fue declarada como parroquia.
Además de este templo, la imagen de Nuestra Señora del Tulum se encuentra en la antigua iglesia que tiene la Universidad Católica de Cuyo, ya que es su patrona.

