La gente, ayer por la tarde, circulaba por la Peatonal Rivadavia tranquilamente. Pero de repente, el sonido de platillos y trompetas alertó a todos. Desde cada uno de los cuatro extremos de la peatonal unas orquestas invitadas por el municipio de la Capital se acercaban tocando hasta llegar al cruce. Se trataba de la banda de música del RIM 22, de la perteneciente a la Policía de San Juan, de la de Gendarmería Infantil, de la del Colegio Don Bosco y de la Orquesta Sinfónica de D’alaqua, de Valencia, España. Alrededor de ellas se congregó una multitud.

En total, más de 150 músicos interpretaron marchas como Avenida de las Camelias. También tocaron chamamés como Kilómetro 11. Además, incluyeron la música melódica popular con el tema Los Caminos de la Vida, de Vicentico. Por su parte, los valencianos interpretaron pasos dobles de su país y se llevaron la mayor cantidad de aplausos.

La gente siguió atentamente, a veces con palmas y otras cantando, cada tema y los niños pusieron especial atención a la forma en que marchaban los músicos.

El cruce de las peatonales quedó paralizado. Todos querían ver y escuchar a las bandas y llevarse un recuerdo del encuentro. Los flashes de las cámaras de fotos y de los celulares se encendían continuamente. Los jóvenes abrazaban a los integrantes de las bandas y se tomaban fotos con ellos. Era un amontonamiento total, los niños querían acariciar los instrumentos de los músicos y a veces lo lograban. Y los mayores no tenían lugar para alejarlos de los concertistas.

El repertorio duró más de media hora y al final la gente pedía más canciones. Y los músicos tuvieron que acceder ante tantas personas que los rodeaba.