Como por entonces no existían las cintas de video, todo se veía in situ o nunca más; y como tampoco había cable, todo dependía mucho del tipo de antena que tenía el edificio y de cómo se movía según soplara el viento.
Como por entonces no existían las cintas de video, todo se veía in situ o nunca más; y como tampoco había cable, todo dependía mucho del tipo de antena que tenía el edificio y de cómo se movía según soplara el viento.