Para mostrar que era verdad que tenía el bolso armado para viajar a Córdoba, Juana Artazo sacaba de él su ropa prolijamente doblada. Y de paso, aprovechaba para mostrar el vestido con el que fue elegida reina del Hogar de Ancianos, ahora llamado Residencia para Adultos Mayores Eva Duarte de Perón, donde vive desde hace unos 15 años. Un mes atrás, les comunicaron a los abuelos que la Secretaría de Deportes de la Nación y la subsecretaría a nivel provincial, les habían autorizado un viaje a Embalse Río Tercero, programado para mediados de abril. Desde ese día Juana tiene armadas las valijas y pregunta constantemente sobre el "viajecito". Con sus 80 años estuvo casada 2 veces, una dentro del hogar, no tuvo hijos y además, nunca conoció otra provincia, como muchos de los otros abuelos que alberga la institución.
"Para el viaje de la semana que viene, armé bolsos hace un mes", comenta la mujer sentada en su cama. Y como dibujando los paisajes en el aire con sus manos, Juana relata lo que le agradaría del viaje: "Me gustaría visitar lugares con árboles y plantas y animales", dice y agrega mirando hacia arriba y sosteniendo una cámara imaginaria entre sus manos, "y sacarme muchas, muchas fotos". Además, le complacería conocer a más gente de su edad de otros lugares del país y hacer amistades.
Los abuelos del Hogar visitan cada 2 meses localidades de San Juan, pero sólo una vez al año otras provincias. Ya fueron a Embalse Río Tercero, en Córdoba, Chapadmalal, en Mar del Plata y Merlo y Potrero de Funes, en San Luis. Como en cada una de estas salidas, irán 50 abuelos de los 150 que alberga el hogar. Nilda Agüero, directora de la institución, dice que "50 es el número de ancianos que pueden viajar por estar en condiciones de salud aceptables y porque van en un colectivo con esa cantidad de asientos".
Por su parte, Silvio Atencio, director de Recreación y Turismo Social dice que "estimamos que desde la secretaría, les darán como fecha para el viaje el 20 de este mes, los abuelos no van a tener que esperar mucho". Juana, jamás pudo formar parte de los contingentes que iban fuera de San Juan por problemas de salud o por no tener ganas o por quedarse con su último marido que también vivía en el Hogar.
"Me casé con mi segundo esposo acá en el Hogar cuando yo tenía 69 años. El tenía 72, a los cuatro años de casados falleció", comenta Juana mirando al piso. A los 30 años, contrajo matrimonio por primera vez, ambos trabajaban juntos. El cuidaba las plantas y hacía las labores de mantenimiento en una casa y ella era empleada doméstica ahí mismo. "A los pocos años de casada se murió mi marido y nunca pude tener hijos por un problema físico que no me dejaba fecundar", comenta la mujer que siempre quiso tener hijos, "qué se le va a hacer, no se puede tener todo en la vida", concluye levantando la mirada y sonriendo para no incomodar a las personas que la escuchan con atención.
Su cabello negro a pesar de su edad, sus pulseras y su cara maquillada denotan que es coqueta. Y la banda de tela blanca que dice reina del Hogar de Ancianos es un premio al interés por su apariencia. "Me eligieron reina mis compañeros hace como 2 años y todavía tengo el trono", afirma acomodándose el pelo como para una foto. Además de arreglarse, le gusta conversar. Puede pasar horas charlando con cualquier persona que se le acerque. Esta característica es similar en casi todos los abuelos. Como dice ella, "nadie del hogar quiere estar solo, por eso nos gusta hacer amistades acá o en otra provincia".

