La discusión se instaló frente al stand donde se vendía copas y vasos artesanales, realizados con partes de botellas. La madre quería comprar uno de estos artículos para obsequiarle a su marido el domingo que viene, mientras que la hija prefería una de las camisetas argentinas que vendían en el puesto siguiente. La disputa terminó con el acuerdo de comprar ambas cosas. Como ellas, muchas de las 7.000 personas que concurrieron ayer a las Fiestas Patronales en honor a San Antonio de Padua, en Media Agua, aprovecharon la gran feria que se instaló frente a la plaza para comprar los regalos del Día del Padre que se celebra el próximo 20 de junio. Tal como en La Salada, de Lomas de Zamora (Buenos Aires), estos puestos que se ubicaron uno al lado de otro a lo largo de dos cuadras, ofrecieron todo tipo de mercadería desde artesanías en hierro y madera, hasta ropa seminueva e imágenes de santos. Por primera vez el evento se hizo sin contar con las reliquias del santo que fueron robadas el año pasado de la parroquia que lleva su nombre.

Desde la mañana temprano los vendedores comenzaron a montar sus puestos para tener todo listo un par de horas antes de que comenzara la procesión, prevista para las 15 horas. Tenían la esperanza de que durante la previa la gente recorrería la feria y se llevaría una que otra chuchería. No se equivocaron. Aunque las ventas superaron sus expectativas. "En menos de una hora vendí tres camperas de 70 pesos -dijo eufórico el mendocino oriundo de Guaymallén que llegó hasta Media Agua para vender su mercadería-. Nunca imaginé que me iba a ir tan bien. Tengo que agradecérselo a San Antonio".

El segundo stand más visitado por la gente fue el de venta de camisetas, buzos y sombreros albicelestes, seguido por el que ofrecía pequeñas bodegas realizadas en madera e hierro, y vinos varietales de San Juan. El otro que tuvo una buena movida comercial fue el puesto de venta de imágenes religiosas, velas y estampitas porque, a pesar del impulso de comprar de todo, la gente no olvidó el motivo que la congregó en Media Agua. Es por eso que cuando sonó la primera bomba de estruendo, anunciando el comienzo de la procesión en honor a San Antonio, la feria quedó desierta.

Durante los 40 minutos que duró la caminata, los fieles rezaron por los niños sanos y enfermos, por los desocupados, por las quinceañeras y, especialmente, por la familia cristiana formada por la unión entre un hombre y una mujer.

El evento contó con la participación de comunidades religiosas de diferentes localidades de Sarmiento, y de San Juan, de las autoridades departamentales, entre ellas el intendente Alberto Hensel, y de Monseñor Alfonso Delgado, encargado de celebrar la Santa Misa para los miles de fieles que coparon la plaza. Durante la misma, el obispo habló de los santos y los invocó para que ilumine a los gobernantes y funcionarios, especialmente a quienes el próximo 25 de junio debatirán en la provincia sobre la ley que autoriza el casamiento entre personas del mismo sexo.