Con total emoción los feligreses siguieron atentamente cada paso de la ceremonia. Un acto que esperaron por mucho tiempo. Fue la colocación de las reliquias de Juan Pablo II en la Catedral que se realizó ayer antes de la celebración de la Santa Misa.
Se trata de una gota de sangre del ex Papa que llegó a la provincia el año pasado gracias a la tramitación que llevó a cabo personalmente el sacerdote Rómulo Cámpora. Y fue el mismo el encargado de colocar el relicario que contiene esta reliquia en el santuario que se hizo en honor a Juan Pablo II en el costado sur del templo.
En este lugar los feligreses podrán venerar al Papa, ya que además de la reliquia se instaló un altar donde dejar flores y un reclinatorio para poder arrodillarse y rezar.
Si bien estas reliquias llegaron el año pasado, hasta el momento permanecieron guardadas por cuestión de seguridad. Sólo se exponían los 22 de cada mes o cuando alguna persona con problemas de salud solicitaba verlas para encomendarse al Santo Padre.
