�El índice de brasileños que se definen como católicos cayó al mínimo histórico del 57%, revela una encuesta del Instituto Datafolha divulgada ayer, en la víspera de la llegada del papa Francisco al mayor país católico del mundo, para participar de la JMJ). El dato es muy inferior al registrado por el censo demográfico de 2010, que apuntó que el 64,6% de los habitantes del país sudamericano es adepto de la Iglesia de Roma.
Según el sondeo publicado ayer domingo por el diario ‘Folha de Sao paulo‘, los seguidores de las iglesias pentecostales y neopentecostales conforman la segunda mayor legión de fieles (un 19% de la población), seguidos por los fieles de las iglesias protestantes tradicionales, que corresponden al nueve por ciento del total.
El sondeo revela también que los fieles católicos están ‘más distantes‘ frente a las misas, el diezmo y en su convicción frente a la iglesia en asuntos polémicos y actuales como el matrimonio gay, el aborto, los métodos anticonceptivos y la adopción por parejas de personas del mismo sexo.
Datafolha consultó entre el 6 y el 7 de junio a 3.758 personas en 180 municipios de todas las zonas del país, en una encuesta con un margen de error de dos puntos porcentuales.
En 1994, el número de católicos según el mismo tipo de encuesta era del 75%.
