La muerte sorpresiva de una joven funcionaria este miércoles enlutó al Poder Judicial de San Juan. María Agustina Echegaray se llamaba la mujer de 36 años que trabajaba en la Oficina de Oralidad fuero Civil y Laboral que murió en las últimas horas y que volvió a enlutar al ente de Justicia, tal cual había sucedido con su madre hace cinco años.
Los Echegaray, una reconocida familia en el ámbito judicial, volvieron a sufrir una pérdida, esta vez fue de María Agustina, la joven que había ingresado al Poder Judicial en el 2008. Su padre Eduardo Echegaray, exmiembro del Concejo de la Magistratura y también exdiputado provincial por el PJ, su madre, Liliana Loyola, también supo trabajar en la Justicia pero hace unos años se jubiló y falleció el 9 de enero de 2019.
Justamente la muerte de su madre había causado dolor en Tribunales y tuvo un tinte polémico. Es que la mujer murió tras luchar por su vida varios meses después de haber sufrido quemaduras el 29 de noviembre de 2018. La jubilada judicial que en ese momento tenía 64 años, fue blanco de un ataque intencional a manos de su hijo adoptivo Juan Eduardo Echegaray (30). Después de una ardua investigación, lo condenaron a prisión perpetua el 2 de octubre de 2021.
El joven, hermano menor de Agustina, siempre negó haber causado las quemaduras de su madre. Incluso su padre salió a respaldarlo tras conocerse la condena. “Es cierto que en mi pasado me drogaba y robaba… pero a mi mamá siempre la cuidé… existieron discusiones como en todas las familias pero no la maté”, dijo en ese momento Juan Eduardo Echegaray ante los jueces Silvina Rosso de Balanza, Maximiliano Blejman y Víctor Hugo Muñoz Carpino. Finalmente el joven recibió la condena de prisión perpetua por un homicidio agravado por violencia de género, cuyo punto más violento ocurrió sobre las 20 del 29 de noviembre de 2018 en la casa de la víctima, en el barrio Aramburu, Rivadavia. Allí, en medio de una discusión, el joven roció con alcohol a su madre adoptiva Liliana Loyola y le prendió fuego porque no le quería dar plata, al parecer, para comprar drogas. Aquel cuadro de profundas quemaduras en el 40% del cuerpo que le dejó ese ataque, finalmente le provocaron la muerte 41 días después, el 9 de enero de 2019, por un cuadro infeccioso que derivó en una falla multiorgánica.
La muerte de Liliana causó un profundo dolor en los pasillos de Tribunales hace seis años y esa postal se repitió este miércoles al conocerse el deceso de María Agustina. Dos sensibles pérdidas para quienes integran el Poder Judicial provincial.
