Este año, el Festival de Tango estrenó un espacio exclusivamente dedicado al baile: La Milonga del Puerto, que es una transformación de la fisonomía de la antigua arenera del galpón de La Boca ahora convertida en el punto de encuentro de todos los aficionados del tango de pista.
 
En la orilla sur de la ciudad, cargada de memoria inmigrante e historia del tango, el baile convoca a una fiesta popular que se renueva en cada jornada. Cuenta con una programación, diseñada para animar una pista nutrida en la que conviven distintas generaciones y estilos, incluye orquestas en vivo, DJ y VJ sets, con selecciones bailables clásicas y otras menos convencionales.
 
Además de la milonga que funciona en forma continuada, hay galas, exhibiciones de danza, clases magistrales y lecciones introductorias para aquellos que deciden dar los primeros pasos.
 
La actividad es sostenida durante todo el año, incluye milongueros, maestros, salones de baile y encuentros que la ciudad propicia.