�Las autoridades del Ejecutivo provincial y los empresarios del sector coinciden en que la uva en fresco quedó el año pasado en medio de un tironeo comercial entre ambos países, en virtud que la Secretaría de Comercio Argentina impidió, entre otras cosas, el ingreso de la carne de cerdo brasileña. Igual, el Gobierno del vecino país fue esquivo a ese argumento y apuntó a que la fruta sanjuanina tenía un ácaro, por lo que se debía aplicar sí o sí un tratamiento cuarentenario. 
Así las cosas, el 13 de diciembre pasado y tras más de 7 meses en que no se pudo enviar un solo grano de esta fruta, el gobierno que conduce Dilma Rousseff levantó la restricción sanitaria, pero puso como condición que los cargamentos sean previamente desinfectados con bromuro de metilo. Ese tratamiento, según explicaron los exportadores, les aumentaba los costos un 10%.