Estuvieron todas las bandas de Ullum, las invitadas de otros lugares y las más populares, que fueron las encargadas de cerrar cada jornada. Por el escenario de la XV Fiesta de Ullum y su Espejo, que comenzó el viernes y cerraba anoche en el Camping Municipal, pasaron nada menos que 26 grupos, uno detrás de otro y que variaron entre folclore, rock, cumbia y bailes, para darle un extenso entretenimiento a los asistentes. El viernes cerró Chevere y al cierre de la edición lo hacía Pijama Party, como los números principales.
�Con mucho para celebrar porque el dique recuperó el nivel que hacía varios años no tenía, los ulluneros disfrutaron con ganas la celebración más importante del departamento. Y además de poder recorrer el sector de stands y aprovechar la espectacular noche para cenar a cielo abierto en el patio de comidas, la apuesta de la fiesta estuvo en el escenario. Por eso, la clave fue variedad y calidad, en un mix de estilos y ritmos que fue sucediéndose constantemente, con presentaciones que duraron entre 10 minutos y casi dos horas.
Además, el intendente Leopoldo Soler aseguró que esta iniciativa permitió que todas las bandas de Ullum tuvieron su espacio en escenario. Hubo folclore y cumbia en la primera noche, mientras que en la segunda se les sumó el rock. Es más, la jornada de ayer comenzó más temprano y actuaron varias bandas rockeras, en un novedoso preámbulo que tuvo la Fiesta de Ullum y su Espejo. El intendente adelantó que esta iniciativa puede ser el anticipo de un evento inédito: el Ullum Rock.
NOCHE IDEAL
La primera noche, después de tantos días de calor, fue ideal para pasear por el predio y escuchar música. Más de 2.000 sillas fueron colocadas frente al escenario y alrededor, la gente caminó junto a los stands en los que se podía comprar desde artesanías a juguetes.
A su vez, otro sector fue exclusivo para chicos. Es que había grandes inflables como canchas de basquet, de fútbol, de boxeo y hasta una pirámide para escalar. Como los 20 minutos costaban $20, los niños no le dieron descanso a esta atracción de la fiesta.
Los más grandes, en tanto, optaron por sentarse junto a los ranchos de comida. Hubo variedad de platos, pero la mayoría de los puestos ofreció pasteles, empanadas, pizzas, choripanes y panchos, mientras que otros tuvieron como menú asados de carne vacuna o de cerdo. La primera jornada hubo más de 2.000 personas en el predio.