Juan Román Riquelme concretó anoche su esperado regreso a Boca, luego de una ausencia de ocho meses, pero la expectativa del hincha xeneize pasó completamente a segundo plano por la dura e inesperada derrota que su equipo sufrió ante Unión.
El cuarto ciclo de Riquelme con la camiseta auriazul recibió el cachetazo de un 1-3 con Unión. El máximo ídolo boquense, recibió el clamor de casi toda La Bombonera, con la excepción de la barra, estalló con su salida al campo de juego en primer término luciendo la condición de capitán, distinción que le cedió el arquero Agustín Orión. Y volvió a ser ovacionado con el clásico grito de ¡Riquelme, Riquelme! poco antes del inicio. En lo estrictamente futbolístico, su partido número 353 con la camiseta de Boca (suma 628 oficiales contando los de Barcelona, Villarreal y los seleccionados argentinos juvenil y mayor), no fue como se esperaba. Si bien en el complemento se vio su mejor imagen, eso no alcanzó. Después, al finalizar el encuentro, admitió que Boca Juniors debe mejorar ‘en defensa y en todo lugar’. "Vamos a tener que mejorar y tratar de hacer las cosas un poco mejor, en defensa y en todo lugar. Si nosotros no perdiéramos la pelota tan rápido, los defensores no tendrían que trabajar tanto", reconoció y añadió: "hay que felicitar a Unión, fue el que jugó mejor".
El regreso que costó ocho meses en concretarse, no fue el más esperado. El pueblo xeneize lo esperó, gozó en su llegada pero el festejo, por el momento, quedó atragantado.
