Desde hace siete años, ellas también están siempre listas. Comenzaron a incorporarse a los scouts por exigencia propia, cansadas de quedarse solas en casa cuando sus maridos e hijos participaban de los campamentos, organizados por el grupo. Ahora ellas superan en cantidad a los varones que forman parte de los Scouts San Juan Bosco, que este fin de semana festejarán su 45to aniversario.
En 1964, tres amigos convocaron a otros chicos para aprender a querer a la Patria, a la naturaleza y a Dios. Invitación que fue aceptada por una media docena de varones de entre 9 y 14 años de la Villa Don Arturo, en Santa Lucía. Así, de la mano de Pedro Femenía, Francisco Ruedas y Juan Cobos, nació el grupo de scouts, hoy llamado San Juan Bosco. Con el correr del tiempo, se sumaron más chicos que, en forma voluntaria y apolítica, se unieron con el fin de contribuir al desarrollo de ciudadanos comprometidos y responsables, capaces de modificar aquello que critican.
A los pocos años de su formación este grupo consiguió que le cedieran las instalaciones del Colegio Don Bosco para reunirse y desarrollar sus actividades, adoptando a partir de ahí el nombre de esta institución. Lugar donde también fueron protagonistas de importantes cambios.
Los Scouts de San Juan Bosco fueron pioneros en darle lugar a las chicas, ya que este movimiento era originariamente exclusivo para varones. Aunque la incorporación del sexo femenino fue paulatina. Y por exigencia. "Cada vez que íbamos de campamento, la mitad de la familia, conformada por mujeres, se quedaba sola en casa y eso comenzó a generar algunas molestias -sostuvo Guillermo Angulo, jefe de Scouts San Juan Bosco-. Por eso decidimos su incorporación, pero en calidad de animadoras o dirigentes de los más pequeños".
Guillermo contó que recién a partir del 2002 las niñas, de siete años en adelante, pudieron formar parte del grupo, concurrir a las citas de los sábados y participar de los campamentos. Permiso que provocó algunos cambios.
"Nunca me voy a olvidar la primera vez que me presenté ante los varoncitos para comenzar con las actividades -recordó Elizabeth Illanes, una de las dirigentes-. Todos gritaron «¡una mujer no!», pero con el tiempo fueron aceptando nuestra compañía. También nuestras costumbres y necesidades".
La dirigente contó que desde que las chicas forman parte del grupo, los Scouts de San Juan Bosco tuvieron que aprender a cuidar su vocabulario y su vestimenta, modificar algunos juegos y olvidarse de hacer un campamento a campo abierto. Ahora los hacen sólo en campings donde hay sanitarios. Y para ellos y ellas.
Elizabeth recordó el primer campamento mixto de este grupo de scouts cuando, de manera insólita, la mayoría se contagió de piojos. Y los varones no dudaron en afirmar que fueron las mujeres las que habían llevado esos bichos al grupo. También dijo que rápidamente los chicos aprendieron a convivir con ellas, que le aportaron entusiasmo y constancia al grupo, hoy formado por más mujeres que hombres. El grupo Scouts de San Juan Bosco tiene un total de 80 integrantes, de los cuales 50 son mujeres.

