Hay muchos datos en torno a la Declaración de la Independencia que quedan afuera de los manuales escolares. Un listado con curiosidades y datos poco conocidos vinculados al hecho patrio.
– El Redactor del Congreso Nacional era el periódico creado para informar sobre la marcha de las sesiones del Congreso. Pero como no había imprenta en Tucumán se imprimía en Buenos Aires.
– Los congresales cobraban un sueldo de $100 mensuales. El personal de maestranza recibía $6 por mes.
– De los 29 diputados, dos eran peruanos, tres bolivianos y uno, uruguayo. Sus oficios: 18 abogados, nueve sacerdotes, dos frailes y cuatro militares.
– Hasta la Declaración de la Independencia, el Congreso sesionó por más de tres meses.
– El texto aprobado en el Acta de ‘una nación libre e independiente de los Reyes de España y su metrópoli‘, y ante rumores de una invasión portuguesa, fue modificado en una sesión secreta el 19 de julio. Quedó establecida la independencia ‘de los Reyes de España, sus sucesores y metrópoli, y de toda otra dominación extranjera‘.
-El Teniente Cayetano Grimau y Gálvez fue el encargado de llevar la noticia de la Independencia a Buenos Aires. Cabalgó durante 9 días y llevó el Acta de declaración de la Independencia dentro de un cuero de cabrito cosido y lacrado. El resto del país recibió la noticia mediante copias del Acta de la Independencia que se enviaron a través de Chasquis. El Congreso imprimió 3.000 ejemplares, de los cuales la mitad estaban escritas en castellano, 1.000 en quechua y 500 en aymará.
– España recién admitió la independencia argentina en 1863.
– Si bien el 9 de Julio era una fecha festiva a partir de la declaración de la Independencia, cobró estatus oficial como tal recién en 1826. Pero, curiosamente, para anularlo como una fiesta en sí misma. El 6 de julio de ese año, Bernardino Rivadavia firmó un decreto ordenando que el 9 de Julio se celebrara junto con el 25 de Mayo, para que no hubiera dos feriados patrios seguidos. Casi 9 años después, Juan Manuel de Rosas, durante su segundo mandato, revirtió esa orden. El 11 de junio de 1835 promulgó un decreto que ordenaba que el 9 de Julio y el 25 de Mayo debían ser dos celebraciones oficiales y feriados distintos.

