No les importó qué comer ni qué hacer para soportar tantas horas de espera. Estuvieron dispuestas a hacer todo tipo de sacrificio para poder cumplir su sueño: ver de cerca a Ricky Martín. Ayer arrancó la venta de entradas para el recital que dará el puertorriqueño en la Fiesta Nacional del Sol el 25 de febrero en el Estadio Abierto, pero hubo mujeres que acamparon desde el sábado pasado para ser las primeras en la fila. Pusieron en juego diferentes estrategias para sobrellevar la espera lo mejor posible. A las 8,30 arrancó en Hugo Espectáculos, Tarjeta Data y Farmacia Echegaray la venta de 1.638 entradas de 1.200 pesos que se agotaron en dos horas y media; 2.022 de 950 pesos y 1.782 de 750 pesos (agotadas por la tarde temprano); más otras 5.000 de 120 pesos. De estas últimas, para hoy aún quedaban a la venta unas 3.000. Es decir, resta vender sólo el 29% del cupo por ventanillas, o el 19% de las casi 15.500 en total incluidas las de venta online.

Al mediodía se habilitó la venta por internet de otras 5.000 entradas, pero recién se pudo concretar la compra después de las 15 porque la página se saturó, según dijeron desde Turismo. Pero antes de las 20 ya estaban también todas vendidas.

Hacer postas en grupo en la puerta de Hugo Espectáculos fue la estrategia de las chicas de Isla Bella, el fans club local del cantante. Lo conforman 25 mujeres de distintas edades y estado civil. Las solteras fueron las primeras en hacer fila desde el sábado pasado a las 4 de la tarde. Pero ni las casadas y con hijos se libraron de la espera. ‘Los maridos no dieron su apoyo. Se encargaron de traer a los hijos de todas para que nos vieran un ratito’, dijo Romina Páez.

Reposeras, varios termos de agua caliente, equipo de mate, conservadora con bebidas y sanguchitos fue el equipo básico de los grupos de mujeres que pasaron horas esperando para comprar una entrada en Tarjeta Data. Algunas llegaron solas a hacer la fila, pero con el correr de las horas se hicieron amigas de las demás en la fila. ‘Con las chicas de adelante nos hicimos amigas. Nos llevamos tan bien que hicimos un grupo de Whatsapp para seguir en contacto y reencontrarnos el próximo 25 de febrero para ver el recital de Ricky’, dijo Natalia Sosa.

Como en la vereda de Hugo Espectáculos daba el sol por la tarde, Joana García y sus amigas aprovecharon la oportunidad para broncearse.

Por su parte, Lorena Robles usó su aguinaldo para pagar algunas cuentas, se quedó sin plata para comprar una entrada. Sacó un préstamo y para comprar la más cara. ‘No sé si en al vida vuelva a tener la posibilidad de verlo tan de cerca. No me importa nada más que poder cumplir con este sueño’, dijo la chica.