Dos combis repletas de custodios, un vehículo blindado y que el escenario estuviese totalmente vacío antes de su actuación. Estas fueron algunas de las exigencias de Ricardo Montaner para poder cantar en la Fiesta Nacional del Sol, ayer por la madrugada. Y si bien enloqueció a las sanjuaninas, sus excentricidades quedaron en evidencia, sobre todo cuando el escenario permaneció a oscuras durante casi una hora, porque así lo pidió.

Micaela fue la encargada de agitar el avispero. La cantante le puso toda la garra para dejar al público a punto. Y aunque la gente le pidió que siguiera cantando, no lo hizo porque uno de los pedidos de Montaner fue despejar el lugar un rato antes de que él llegara.

Pero lo más llamativo, y lo que hizo que el público comenzara a aplaudir y a silbar, fue cuando apagaron las luces del escenario y cortaron el sonido durante casi una hora. A esto se sumó que los conductores de la fiesta tuvieron que abandonar el lugar, al igual que la gente que trabajaba en la organización. Ahí, llegaron 2 vehículos colmados de personal de seguridad del cantante para inspeccionar. La Policía formó un cordón para que la gente no se acercara a uno de los portones para ver a su ídolo, aunque más no fuera a la distancia.

Montaner llegó pasada la 1 de la madrugada y fue trasladado desde el camarín hasta el escenario (30 metros), en una combi con aire acondicionado, otra de sus exigencias.

Más allá de esto, el show fue impecable y la avalancha de suspiros y gritos de la platea femenina fue imparable. Su presentación duró casi dos horas y el repertorio estuvo conformado por sus clásicos temas, pero también cantó algunas canciones de su nuevo disco. El final se vino con un agradecimiento a Jesucristo y fue cuando relató al público el encuentro que había tenido en el camarín con el gobernador José Luis Gioja. “El gobernador de ustedes me saludó y me dijo que su hija también creía en Jesucristo como yo. Entonces le pregunté: y usted gobernador, ¿cree en Jesucristo?”, dijo el cantante. La anécdota tomó por sorpresa al público. Inmediatamente la banda volvió a sonar y Montaner cantó uno de los temas más aplaudidos de la noche, “Iluminada y eterna”.