Se acomodó la boina y el pañuelo y con un rápido movimiento, entró a la cancha. Erguida sobre su caballo, Josefina Ossa se quedó como portera mientras sus dos compañeros del trío Los Sureños corrían vacas y cuando fue su turno, arqueó la espalda sobre el animal para llegar más rápido hasta la vaca con el número 4 y separarla del grupo. La acorraló y con destreza la llevó hasta la puerta del corral donde aguardaba su compañero para vigilar la entrada, sobre todo para no permitir la entrada de vacas “sucias”. Josefina Ossa, junto a Belén Pereyra, fue una de las dos jóvenes que este año se le animó al Aparte Campero, una fiesta que cada vez tiene más adeptos en San Juan, convirtiéndose ambas en las dos primeras mujeres en salir a correr vacas junto a los hombres. Y en la cancha, ahí donde según dicen se ven los pingos, las chicas demostraron que pueden hacer tan buen papel como el más diestro de los jinetes, sin perder ni una gota de su femineidad.
La fiesta empezó ayer domingo cerca de las 10 de la mañana en el predio de la bodega El Fogonero (calle Mendoza entre 5 y 6), organizada por la entusiasta Asociación de Criadores de Caballos Criollos de la provincia.
Esta vez, se corría una fecha del Campeonato Regional (con jinetes de Mendoza y San Juan) y una del Campeonato Nacional. Participaron 9 equipos de las dos provincias: por San Juan, lo hicieron Los Sureños, Los Que Quieran, La Yunta, Las Cayanas y 25 de Mayo, mientras que por Mendoza participaron Sangre Nueva, Los Valientes, Los Amigos y Los de Medrano. Iván Díaz, uno de los organizadores del Aparte Campero, explicó que “ya hay dos tríos de San Juan clasificados para ir a La Rural de Palermo el 23 de Julio y de esta jornada (por ayer) saldrá el tercer equipo”.
Poco después del mediodía, el público ubicado en las dos tribunas que se habían dispuesto a los costados de la cancha, aplaudió con entusiasmo a los tríos que terminaron en los tres primeros lugares: Los Amigos, Los de Medrano y La Yunta. Antes, habían saludado también a quienes habían resultado ganadores de la elección del sello de raza, una selección que hacen los jueces en base a la morfología de los caballos para premiar a los ejemplares que cumplían mejor las características típicas de la raza criollo argentino.
Pero en las tribunas, por sí solas, había un espectáculo aparte. Desde allí bajaba el aliento y la guía para los jinetes, en la voz de gauchos experimentados que indicaban cómo encerrar a las vacas, dónde cortarles el paso y de qué modo conducirlas al corral. El grupo más ruidoso resultó ser el que acompañaba al trío mendocino Los de Medrano, encabezados por un jinete que ayer se quedó con las ganas de correr: el Gordo Villach, que no llegó a tiempo con el certificado del veterinario de su caballo y tuvo que conformarse con tomar mate y alentar desde la tribuna.
El Aparte Campero es un deporte que recrea las tareas de campo y que empezó hace una década en Córdoba. El esfuerzo local consiguió que desde hace 3 años, 1 de las fechas del campeonato se corra en San Juan.