�El historial delictivo del asesino serial Claudio Javier Gil comenzó desde temprano. Tras una frustrada incursión como locutor de radio, empezó a sumar problemas con la ley. Recibió su primer castigo con poco más de 20 años, cuando lo condenaron a 9 años por robo de automotor y privación ilegítima de la libertad. Después, el calibre de sus transgresiones empeoró: el 19 de mayo de 1999, un tribunal de La Rioja lo condenó a 12 años de cárcel por matar a cuchillazos y prenderle fuego con auto y todo al homosexual Alberto Herrera, alias ‘Cacho de la Esquina’. En 2012, su incontenible violencia lo llevó a cosechar su tercera condena: 11 meses de cárcel por golpear y quemar con agua hirviendo a su propia madre. La cuarta pena fue por matar a otro homosexual: el pasado 1 de abril, los jueces de la Sala I lo condenaron a perpetua por matar a cuchillazos y robarle al chef Carlos Echegaray (47), quien fue hallado muerto con las manos atadas hacia atrás en su casa de Capital, tras ser asesinado, entre el 6 y el 7 de enero de 2014.