Las causas del mal de Alzheimer son desconocidas, pero sus síntomas son reales. Incluyen la incapacidad para aprender nueva información y para recordar cosas que se sabían en el pasado; problemas para hablar y expresarse con claridad, para llevar a cabo actividades motoras o para reconocer objetos. Los pacientes, además, pueden sufrir un cambio en su personalidad y humor, desorientación de tiempo y espacio y falta de iniciativa y de entusiasmo. También, tener dificultades para trabajar, desarrollar actividades habituales y, en ocasiones, presentar síntomas similares a la depresión como tristeza o aislamiento.
