Axel García bebe agua aún cuan­do no siente sed. Sabe que tomar
2 litros diarios ayuda a mante­ner la glucemia dentro de los va­
lores normales, según le dijo su médico. Tiene 7 años y desde ha­
ce 4 se inyecta insulina 6 veces al día. Ayer participó de una clase de aerobic en los jardines del Hospital Marcial Quiroga, orga­
nizada por el Programa Provin­cial de Diabetes (Prosadia) y la
Municipalidad de Rivadavia, en el marco del Día Mundial de la
Diabetes. En el evento participaron algunos niños que contaron
qué hacen para controlar la en­fermedad.

Ángel Morales, de 6 años, sor­prendió a los agentes sanitarios
que estaban en el lugar para pesar, medir y controlar la gluce­
mia a quienes participaron de la jornada. Pidió medirse el mismo
la glucemia. Con total agilidad se pinchó el dedo para extraer
una gota de sangre. El nivel de glucemia le dio por bajo de lo
normal por los ejercicios aeróbi­cos que acababa de hacer junto a
los demás. Inmediatamente co­mió un caramelo que tenía guar­
dado en el bolsillo. ’El médico me dijo que hacer gimnasia todos los días por la diabetes, pero no me gusta mucho. Por eso jue­go a la piyadita todas las tardes’, dijo el chico.

Valentina Ramos, de 7 años, se inyecta 5 veces insulina por día.
Y para controlar la glucemia no come pan ni golosinas. Dijo que
para no tentarse con los chupeti­nes, chicles y galletas, no lleva
plata a la escuela. Y que prefiere llevar la merienda que siempre
incluye una fruta. Si bien en la clase de educación física que se dio ayer en los jardi­nes del Hospital Marcial Quiro­ga participaron diabéticos de to­das las edades, los chicos fueron los protagonistas.Ellos fueron los primeros en ubi­carse frente a la profesora y los que hicieron los 15 minutos de ejercicios sin parar en ningún momento para descansar, pese al calor.

También fueron los que encabe­zaron la fila frente a la balanza para comprobar su peso y talla. A esto se sumó que escucharon atentamente a los especialistas que hablaron sobre los factores de riesgo de la diabetes y las re­comendaciones sobre la activi­dad física y la alimentación para mantener la glucemia dentro de los valores normales. Luego de la charla, los chicos volvieron a hacer ejercicio, aun­ que no estaba programado por los organizadores de la jornada. Corrieron al encuentro de la mu­jer que traía una caja cargada de barras de cereales dietéticas pa­ra repartir entre los presentes. La diabetes es una de las llama­das enfermedades silenciosas porque no provoca síntomas.

Y esta condición no sólo retrasa su diagnóstico y complica la pre­
vención de los males que genera, sino que genera que los pacien­
tes abandonen el tratamiento porque se sienten sanos.

En el Programa Sanjuanino de Diabetes (Prosadia), dependien­
te del Ministerio de Salud de la provincia, hay registrados 6.800
casos diagnosticados de diabe­tes, de los cuales la mitad aban­
donó el tratamiento.