Ayer, en su noveno partido como técnico de Primera División, Pablo Lavallén sufrió su primera expulsión, todo una vivencia que el entrenador de San Martín vivió cuando a los 34 minutos cuando el árbitro Germán Delfino tomó la decisión tras mantener el DT una fuerte discusión con el cuarto árbitro Mauro Biassutto. "Es mi primera expulsión, fue raro dirigir desde el alambrado, pero estaba muy cerca de la cancha más allá que los que tienen que estar concentrados deben ser lo jugadores’, tiró sobre su sensación de dar las indicaciones desde afuera con toda la platea de fondo.

"Me expulsó por levantar la voz y tirar la pelota, eso me dijo el árbitro, así que luego fue al vestuario y le pedí disculpas porque no es mi forma de actuar. Lo que sí calculo que el próximo partido (ante Huracán) me va a costar porque habrá que mirarlo desde la tribuna’, argumentó.

Luego analizó el triunfo sobre Argentinos. "Fue un partido sicológico para nosotros porque es difícil tener ritmo cuando venís de un parate y más luego de una buena primera parte del torneo. Pero hicimos un primer tiempo inteligente, siendo efectivos y supimos sostener el partido y nuestra propuesta. Sabíamos que teníamos que llevar el partido y cuando se quebró para nuestra lado Argentinos se adelantó e hicimos un bloque para no regalarle ningún mano a mano. En definitiva, estamos contentos por el triunfo’, cerró.