Desde hace unos días, caminar por entre la verdura expuesta en el Mercado de Abasto y Feria Municipal de Capital se transformó en algo grato. No sólo para la vista, ya que los productos están expuestos de manera atractiva, sino que además, no hay suciedad en el predio. Esto, porque las autoridades de la feria decidieron ordenarla y limpiarla. Así, puesteros y empleados del lugar comenzaron con el lavado de cara.
Lo primero que se hizo es pedir a los puesteros que presentaran la verdura de una manera más ordenada para que la gente que va a comprar pueda detenerse con más comodidad y así elegir los productos. Estos no pusieron resistencia e inmediatamente comenzaron con el reordenamiento. También se sumó otro pedido: mantener la limpieza del lugar. Así, los empleados de la feria son los encargados de la limpieza de los pasillos y la zona abierta y cada puestero debe hacerse cargo del interior de su negocio. Mauricio Quiroga, al frente de la feria, dijo que comenzaron con el reordenamiento en la nave central que es donde están las carnicerías, luego siguieron con los puestos que están bajo los tinglados. “También estamos ordenando a los vendedores golondrina, que son los que vienen por el día y de manera esporádica. Buscamos que la gente tenga ganas de venir a comprar y no se encuentre con un basurero”, agregó Quiroga. Lo que se viene será la pintura de toda la nave central y la colocación de mediasombra en algunos sectores que están a la intemperie.
Otro de los cambios que se introdujo hace poco es el ordenamiento de los vehículos que ingresan al lugar. Antes, cada uno estacionaba a su manera y ahora todos tienen que hacerlo a 45 grados. Para controlar esto, hay personal capacitado que explica a los conductores cuáles son las nuevas reglas.
En la actualidad, en la feria hay unos 382 puestos fijos. Más de 60 puestos que están bajo el tinglado. El resto se distribuye en la nave central. A esto hay que sumar los vendedores golondrinas que ingresan esporádicamente, por el día. Son unos 120 vehículos los que entran a la feria cada mañana, según los cálculos que tienen las autoridades.
Hasta el ’44 la feria funcionó en Tucumán y Brasil. Luego se fue a Libertador y Aberastain. Fue Juan Perón, en 1954, el que dio el terreno en donde está en la actualidad. Pero, oficialmente, el mercado se inauguró el 23 de mayo de 1956.