La vida de Cecilia Soto (29) no fue nada fácil. Lejos de los lujos, de niña siempre soñó con bailar el vals en su cumpleaños de 15. Sin embargo, la más cruel de las enfermedades castigó a su familia con dureza: su madre murió de cáncer unos meses antes y el mundo que había planeado se vino abajo. 

Sin conocer a su padre, comenzó a trabajar junto a su hermano en la adolescencia. Juntos, con mucho esfuerzo, salieron adelante. 

Hace 8 años, trabajando en la Casa de la Juventud de la Municipalidad de Santa Lucía, Nicolás (27) entró en su vida. “Él fue a hacerse el carnet  para las becas de colectivos que entregábamos. Ahí nos conocimos y fuimos amigos mucho tiempo. Después empezamos a salir, hasta que un día me dijo que los reyes me traían un regalo: a mi príncipe”, dijo emocionada a DIARIO DE CUYO.                        

“Yo tenía un hijo siendo soltera y  él aceptó a mi hijo y le dio el amor de padre. A parte es todo un caballero. Dios me lo mandó para ayudarme, quererme y cuidarme. La vida me golpeó mucho pero también me dio una felicidad enorme, porque formé la familia que quería y soy feliz”, siguió Cecilia con su relato.

                                              

Así, en ese marco, y luego de buscar la complicidad de la familia y compañeros de trabajo del novio, el pasado miércoles salió de su casa junto a uno de los hijos de la pareja, subió al camión recolector de residuos y fue hasta la Planta de Residuos de Rivadavia, donde trabaja Nicolás. Con las piernas temblando, ingresó al lugar donde desayunan ante la sonrisa de los amigos del joven.

Se acercó y le propuso matrimonio. Visiblemente conmovido, no dudó en aceptar de inmediato. Y ahora, quieren el permiso del Secretario de Ambiente, Raúl Tello, para casarse allí. ¿Por qué eligieron ese lugar? “Es el indicado. Fue el lugar que nos sacó adelante. No teníamos trabajo. Hacíamos empanadas pero igual no alcanzaba .Gracias a su trabajo tenemos todos los días el pan en la mesa”, afirmó contundente y agradecida. 

Ahora, sólo falta el permiso y la fecha para que esta historia de amor tenga ese bello premio que sus protagonistas merecen. Y para que finalmente Cecilia pueda bailar el vals que tanto soñó.