Comenzó a tocar a los 11 años el instrumento ícono del jazz. Sus primeros pasos los dio con una orquesta juvenil y al iniciarse en la Escuela de Música, estuvo bajo la tutela del maestro Herman Moral hasta en la actualidad. Durante cinco años fue el saxofonista de la Oveja Negra. Y cumple horas como docente en tres escuelas rurales de Valle Fértil. Para él, subir al escenario es lo máximo que puede aspirar un músico y transmitir sus sentimientos al público a través del saxo. Porque para él, la música es alegría y seducción. Ahora espera que con esta beca pueda trascender sus fronteras.