En febrero de 2010, la salud de dos leones nacidos en el Parque Faunístico generó preocupación. Y es que se temía que desarrollaran el mismo cuadro que dos de sus hermanos mayores afectados por una rara enfermedad neurológica que les impedía caminar bien. En ese momento, en el predio de Rivadavia fueron cautos con el tema e incluso no se animaron a difundirlo públicamente para no generar una reacción negativa en los visitantes.

El personal del parque especulaba con que se presentara la misma situación que en 2007. Ese año, una leona africana tuvo cuatro crías. Todos, a las pocas semanas de haber nacido, enfermaron de repente. Desarrollaron una patología similar al moquillo (que afecta por lo general a los perros) y, aunque lograron superar los momentos más críticos, dos leones quedaron con serios problemas neurológicos. El año pasado, DIARIO DE CUYO comprobó que esos animales ni siquiera eran capaces de controlar el movimiento de sus patas.

Por eso, y ante la posibilidad de que les sucediera lo mismo a los nuevos integrantes de la manada, el personal del parque decidió aislarlos en una jaula al final del predio y alimentarlos con leche en mamaderas.

En ese momento Eduardo Burgos, al frente de Turismo y Cultura de la Municipalidad de Rivadavia, reconoció que los veterinarios investigarían las causas de la extraña patología. ‘Estamos viendo qué sucede con estos animales y por qué se enferman‘, dijo.

Ante la seriedad del problema, la municipalidad decidió no realizar su clásico concurso entre los visitantes para elegir el nombre de los leoncitos. ‘No queremos que la gente se encariñe y que después los animales se mueran. Es por eso que no decimos nada‘, justificó Juan Quiroga, encargado del Faunístico.