A unas las golpearon para sacarles el celular, a otras las insultaron o las han apuntado con armas pidiendo atención y hasta les han llegado a romper vidrios mientras adentro atendían heridos. El caso de una enfermera a quien le mataron a su pareja cuando iban al trabajo y el de unas trabajadoras asaltadas en los últimos días hicieron que desde el gremio ATSA organizaran cursos de defensa personal, que pretenden darles técnicas de prevención y autoprotección a las enfermeras de hospitales. Comenzará el 15 de marzo y serán gratuitos.

Si bien no hay estadísticas oficiales ni sindicales sobre agresiones a enfermeras, la atención a la gente en situaciones de crisis o los horarios de entrada o salida a sus trabajos, especialmente cuando son en horarios sin luz solar, las expone de manera especial. Por eso, pretenden darles técnicas y consejos para poder actuar en casos de violencia. ‘No queremos que sepan pelear, sino que si son asaltadas mientras van o vienen del trabajo puedan saber actuar para ganar unos segundos que les permita pedir auxilio‘, explicó Neri Navarro, Primer Dan Shidokan y quien dará los cursos junto a Jorge Villalba.

En las clases, las enfermeras recibirán consejos de defensa personal, técnicas contra arrebatos y armas contundentes y lo que denominan psicología de la agresión verbal e intento de robo. ‘Ante violencia verbal, se necesita cierto temple que puede trabajarse con técnicas‘, agregó Navarro.

Arrebatos fuera de los hospitales, recibir insultos en horario laboral, gente que las espera a la salida para quejarse o encontrarse con sus autos rayados son temas recurrentes entre enfermeras. Y el servicio en el que más frecuentemente suceden las agresiones es Urgencia del Hospital Rawson, según dijeron. ‘Las personas llegan en situaciones límites y quieren ser atendidas ya, pero suelen no entender que estamos atendiendo al que llegó antes con la misma urgencia o casos más graves. Por ejemplo, tuvimos un accidente de autos, con tres chicos seriamente heridos y había una persona que nos golpeaba la puerta porque quería atención inmediata. Salí, con todos mis guantes ensangrentados para pedir por favor que nos dejara trabajar, pero no alcancé a cerrar la puerta que la golpeó y rompió el vidrio. Tuvimos que hacer intervenir a Seguridad’, contó Mónica Chavarría, de Radiología.

‘En general, nos agreden verbalmente y tenemos que tener mucha paciencia porque entendemos que llegan en momentos críticos. Y cuando vamos o venimos de trabajar, tratamos de llevar lo mínimo en las carteras, porque en la madrugada o de noche se hace peligroso el camino a la parada del micro o donde dejamos estacionados nuestros autos’, contó Cecilia Tapia, de Urgencia.

‘Todas, en algún momento, hemos recibido algún tipo de agresión’, agregó Estela Torres, de Atención Central.