La presidenta, Cristina Fernández, subrayó ayer que la Unasur no sólo condena la ley de migraciones del estado de Arizona (EEUU), sino a “todos los tipos de políticas discriminatorias de los emigrantes”. Fernández aclaró que tal posición, impulsada por Argentina, se basa en que la discriminación y las penalidades legales que sufren emigrantes “en todo el mundo” constituyen “una violación a los derechos humanos”. La declaración de Unasur condena la legislación de Arizona por considerar que “tipifica como delito tanto la condición migratoria irregular como el transportar y dar empleo a inmigrantes indocumentados”. “Dicha ley ha generado profundas preocupaciones entre los ciudadanos latinoamericanos residentes” en Estados Unidos “por las evidentes consecuencias racistas que atentan contra el respeto de los derechos humanos”, subraya.