‘Querido soldado, soy alumna de la escuela Benito French. Gracias por defendernos y por protegernos. Son valientes y te admiro. Ojalá que Dios te cuide mucho‘. Así empieza una de las cartas. Al final del escrito, hay dibujos de flores y corazones multicolores. Ni bien abrió el sobre, a Rodolfo Cordiglia se le corrieron las lágrimas. No pudo ocultar su emoción, ni siquiera debajo de sus anteojos empañados. Estaba sentado en la combi (al aire libre es imposible desplegar un papel sin que termine siendo arrasado por el viento) cuando recibió la carta.

No fue el único. Cada uno de los veteranos que participa de este viaje histórico recibió su ‘correo‘, tal como sucedió en 1982.

Quienes escribieron fueron los alumnos de Las Lagunas, una localidad muy alejada del departamento Sarmiento, y que van a la escuela albergue Benito French. Antes de emprender el viaje a Malvinas, DIARIO DE CUYO fue hasta la escuela y los chicos escribieron y entregaron sus cartas para los excombatientes.

De algún modo se intentó recrear lo que sucedía durante la guerra, cuando alumnos de todas las escuelas del país escribían su carta para dar aliento a los soldados en las trincheras. Entonces, algunos recibieron estos escritos, pero otros no.

Como antaño, para los veteranos leer estas líneas que escribieron desde el corazón los alumnos de la escuela albergue fue un golpe al alma y a la vez, alivio a la distancia. En silencio, cada uno leyó su carta y la guardó.

Las cartas fueron repartidas en dos tandas. Primero las recibieron los veteranos de la Agrupación 2 de Abril, y luego el CEAS. Lo llamativo fue que, sin ponerse de acuerdo previamente, a ambas agrupaciones se les ocurrió la misma idea: ir a la escuela sarmientina a conocer a los chicos luego de regresar de Malvinas.

‘Quiero verle la cara al alumno que me escribió. Nunca pudimos hacer eso en 1982. Esta será una manera de cerrar el círculo, al fin‘, dijo Jorge Flores. Mientras que Roberto Arroyo empezó a organizar una visita a la escuela albergue para las próximas semanas. ‘Pasaremos el día con los chicos y las fotos que saquemos allí servirán para cerrar el viaje que hicimos‘, dijo Arroyo.

Por esas cuestiones del azar, aunque los veteranos dicen que nada es casualidad, la directora de la escuela Benito French, María Castro, es prima de Roberto Arroyo. Y para el acto del 2 de abril, las maestras de ese establecimiento armaron un video, musicalizado con la Marcha de las Malvinas y con las imágenes que fue publicando DIARIO DE CUYO en sus ediciones.

No fue fácil llevar las cartas hasta las Islas. Envueltas en una bolsa primero, y luego desparramadas en un par de libros, la idea fue que no pudiesen ser interceptadas en el aeropuerto de Malvinas. Los kelpers no reciben con buenos ojos todo lo que está relacionado con la guerra, y mucho menos si tiene que ver con homenajes a argentinos. Por eso, cada paso que se da en este lugar es muy cuidado. Las banderas argentinas sólo se despliegan en lugares solitarios. Y más de una vez, el Himno fue tarareado en voz baja, para que nadie se diera cuenta de lo que estaba sucediendo. No realizar demostraciones de ‘argentinismo‘ cerca de los kelpers había sido la primera recomendación de la Policía local ni bien el contingente puso un pie en las Islas.